La Resurreción

Una de las definiciones para la palabra Resurrección es: "la reunión del cuerpo y el espíritu tras la muerte" y si bien el "espíritu" luchador de este vehículo no murió nunca, el "cuerpo" necesitaba una intervención cuasi divina más poderosa que la registrada con Lázaro.
Fue así que emprendimos esta pequeña aventura de resucitar al LADA -herencia dejada por el gran "Chale"- que ya tenía casi 2 años sin ver las pistas.

Todo empezó con una inquieta iniciativa y luego siguió el diagnóstico: una batería inservible, el radiador perforado, la hélice de tres paletas con sólo una de ellas entera, la bomba de agua partida, un eje roto y algunas mangueras resecas.

Una vez enumeradas las necesidades por atender, empezó el saque de cuentas: un presupuesto casi exacto dio a Guy un vistazo del tiempo que le tomaría ponerse otra vez tras el volante de este histórico auto ruso, considerando que de sus arcas saldría el dinero necesario para la restauración.
Pasando por alto los detalles mecánicos, sólo queda decir que este pequeño espacio va dedicado al LADA gris, un auto que vale más que un chasis con motor por el significado familiar y por el legado que representa. Ahora sólo falta una puesta a punto y una tuneada!

Nos vemos la próxima.